JUEGO Y APUESTAS, UN PROBLEMA CRECIENTE

Hoy tengo el placer y el lujazo de traer hasta el blog a un amigo, a una persona muy interesante y con una forma de pensar que seduce a quien le escucha o le lee. Alfonso Arteaga Olleta es profesor de la Universidad Pública de Navarra y he tenido la fortuna de compartir con él muchos momentos de encuentro a lo largo de la vida. Sus palabras, su forma de pensar y sobre todo su forma de ser y de sentir, engancha desde el primer momento que tienes la suerte de compartir momentos con él. Hoy Alfonso escribe este artículo tan interesante y ha querido compartirlo con todos los seguidores del blog. 

Camino por la Rochapea, este barrio que tanto ha crecido y en el que me encanta vivir. Entre las luces tenues del atardecer destacan los destellos de un nuevo, remozado e iluminado local; “un comercio nuevo”, pienso. Ocupa una extensión considerable, situado además en una de las entradas principales al barrio, allá donde los locales se cotizan al alza. ¿Qué tipo de negocio puede permitirse instalarse en ese lugar, haciendo una inversión tan importante? Sin duda algo rentable y seguro, porque de sobra sabemos lo difícil e incierto que es montar cualquier comercio en un barrio hoy en día. Conforme llego, descubro que es un local dedicado al juego y a las apuestas. No es el primero, hace ya varios años existen otros establecimientos de este tipo en el barrio.

La del juego es una realidad, oculta en gran medida, que bien merece una reflexión en este momento que nos toca vivir. Es cierto que el juego y las apuestas nos han acompañado desde siempre, siendo actividades que nos proporcionan la posibilidad de obtener un beneficio inmediato sin esfuerzo alguno, sólo guiados por el azar, a veces disfrazado de una supuesta habilidad, intuición o “poder interno” que tenemos y que nos conducirá al éxito y al dinero. ¿Quién no compra todos los años la tradicional lotería de navidad, que además tiene ya un componente social y tradicional? La quinielica de la semana, el cupón del vendedor de la esquina, la apuesta en la partida de cartas, son prácticas muy arraigadas en nuestros usos y costumbres. Sin embargo, algo se está moviendo, y la realidad del juego está cambiando mucho en muy poco tiempo.

Con el asentamiento de Internet en nuestras vidas, el juego se está convirtiendo en una realidad cada vez más frecuente y de fácil acceso. Si unimos a esto la presencia de las máquinas de azar en los bares y las casas de apuestas, encontramos que juegos de casino (como póker, blackjack o ruleta), juegos de azar y apuestas se encuentran en la oferta del universo del juego. Esta oferta ha crecido en todas sus modalidades en los últimos años, en términos tanto de personas jugadoras como de volumen de dinero jugado. Pero hay una clara modalidad que está arrasando: las apuestas deportivas en directo, que sólo en 2018 llegaron a mover en todo el estado 527 millones de euros.

Uno de cada tres jóvenes entre 14 y 29 años dice que practica este tipo de apuestas, utilizando principalmente los locales de apuestas deportivas para hacerlas. Tres de cada cuatro son varones, en la línea de otras conductas de riesgo, siempre más asentadas entre el género masculino. Especialmente preocupante es la situación cuando conocemos que las personas menores de edad también están jugando, iniciándose principalmente con estas apuestas deportivas, bien en bares, bien en casas de apuestas. Y un nuevo fenómeno que va a más: las casas de apuestas se han convertido en puntos de encuentro de jóvenes, que se reúnen en ellas en torno a esta actividad.

En Navarra, sólo en los dos últimos años se han abierto 12 nuevos salones de juego, y en la actualidad existen ya 53, además de 14 tiendas de apuestas (probablemente esta cifra ya habrá crecido cuando se publique este artículo). El último año se jugaron un total de 343 millones de euros en nuestra Comunidad en las diferentes modalidades de juego de apuestas: bingos, tragaperras, apuestas deportivas, loterías y apuestas del estado y los sorteos de la ONCE.

También están creciendo considerablemente las apuestas online. Los datos referidos al volumen económico de este negocio son apabullantes. En 2018 se jugaron en España más de 17.000 millones de euros en apuestas online. Las compañías de apuestas invirtieron en ese mismo año 170 millones de euros en publicidad, tres veces más que en 2013. En estos cinco años, el promedio de jugadores online se ha triplicado, pasando de 280.000 en 2013 a 833.525 en 2018. En la actualidad hay cerca de un millón de jugadores activos en las 81 operadoras de juego online existentes.

Estos datos y cifras sólo serían eso, números, si no fuera porque conocemos que detrás de esta realidad existe un dantesco panorama que esconde una problemática en muchos casos terrible. Los problemas del juego, sobre la ludopatía, afectan gravemente tanto a la persona como a todo su entorno familiar, social y laboral. Las consecuencias económicas, psicológicas y emocionales de este problema generan situaciones de las que en muchos casos es difícil recuperarse. Estamos ante un problema que no es nuevo pero que está encendiendo importantes luces de alarma: el de las adicciones sin sustancia.

Los recursos que atienden a personas con adicción al juego, tradicionalmente dedicados a pacientes enganchados a las máquinas tragaperras, señalan cómo este perfil ha ido cambiando, y cómo el juego online y las apuestas deportivas están haciendo que cada vez lleguen personas más jóvenes con un auténtico problema de ludopatía. Señalan y claman por la necesidad de intervenir ante esta preocupante situación, con dos claros campos de actuación: la concienciación social, y la regulación legal de este negocio.

Resulta cada vez más necesario visibilizar esta realidad: la de las “drogas sin sustancia”, el juego y las apuestas. El papel de los medios de comunicación es clave para transmitir esta realidad y concienciar a la gente. En este sentido, la revista Ezkaba va a intentar poner su granito de arena, abordando este tema de manera activa a lo largo del curso que empezamos.

El problema que tenemos en este momento es que la mayoría de los medios no sólo no ejercen una labor preventiva y concienciadora, sino que hacen lo contrario: contribuyen a fomentar el juego y las apuestas mediante la publicidad. El papel de la publicidad está siendo demoledor. La transmisión de eventos deportivos está rodeada de anuncios que de forma agresiva y machacona persiguen la captación de nuevos clientes, potenciales sujetos susceptibles de una futura adicción. Unido a esto, el reclamo en dichos anuncios de conocidos presentadores o de famosos deportistas que animan a jugar en las apuestas, o la publicidad en las camisetas de nuestros equipos deportivos, están ejerciendo una influencia enorme.

Hasta ahora la regulación legal de este tema ha sido escasa. En concreto, Navarra tiene una legislación muy permisiva, que ha facilitado que las casas de apuestas hayan encontrado fácil acomodo. Por otro lado, la publicidad no está regulada, cosa que ya hace años se hizo con el tabaco o el alcohol. Parece que en este momento existe voluntad política de empezar a hacer algo, pero cuanto más se tarde en regularlo más nos lamentaremos del tiempo perdido. Sin duda quienes legislan necesitan que se les recuerde, por medio de la presión social y de la información de los profesionales, la urgencia por poner coto a esta situación. Sin duda la ciudadanía, en este caso el vecindario del barrio, algo tenemos que opinar y decir.

Sigo caminando por la Rocha, mi barrio de siempre, y sigo pensando en que las cosas cambian mucho, y sin embargo no cambian tanto. La gente sigue teniendo problemas, las personas más vulnerables siguen enganchándose a “lo que toca”, los que pueden hacer negocio lo siguen haciendo a costa de la salud del personal… Y todos y todas tenemos la obligación de abrir los ojos, concienciarnos de los problemas que nos rodean y denunciar y trabajar para mejorar todo aquello que perjudica a las personas. Intentando hacer un barrio mejor.

Alfonso Arteaga Olleta

2 comentarios en “JUEGO Y APUESTAS, UN PROBLEMA CRECIENTE

  1. El artículo 44 de la LORAFNA, en su punto 16, atribuye a Navarra la competencia EXCLUSIVA en materia de juegos y apuestas. La herramienta existe. Ahora hace falta que l@s legislador@s tengan voluntad de regularlo. Desde Navarra, y porque se puede hacer. En el tejado de las y los políticos navarros está la pelota. Que no nos den largas

  2. El otro día nos acercamos a un Centro Comercial en el que praćticamente se han juntado todas las ofertas consumistas habidas y por haber en el momento y, por supuesto, el juego no podía faltar. Mis alertas sonaron porque los niños, de cualquier edad, podían entrar en un salón recreativo a gastar dinero. Yo soy de la generación de la transición, entiendanme, he vivido la época de recreativos y máquinas de marcianitos y mi paga la dividía entre jugar al Tetris y masticar gomas azucaradas. Pero lo que vi saltó mis alarmas porque el placer que se podía encontrar en esos «Recreativos» era la filosofía de las tragaperras. No entretener sino recaudar, no crear clientes sino adictos, no ofrecer sino parasitar… ¡A NIÑ@S! Da que pensar

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